lunes, 30 de mayo de 2011

Jesucristo


Jesucristo, es sin duda la figura más importante que jamás haya aparecido en la historia de la humanidad. Sea cual sea nuestra interpretación, quedará el hecho incontrovertible de que su vida y su muerte, así como las enseñanzas que se le atribuyen, han influenciado en el curso de la historia más que de la de cualquier otro hombre que jamás haya vivido.

El ha sido la inspiración religiosa de toda la raza europea durante los dos milenios en que ésta ha dominado y moldeado los destinos del mundo entero.

El mensaje que nos trajo Jesús tiene un valor único porque es la Verdad, la única explicación perfecta de la naturaleza de Dios y del hombre, de la vida y del mundo, así como de la interdependencia que existe entre ellos. Su enseñanza constituye un método práctico para el desarrollo del alma, un método que nos sirve para reformar nuestra vida y nuestro destino. Jesús nos explica lo que es la naturaleza de Dios y los que es nuestra propia naturaleza, nos habla del significado de la vida y de la muerte, nos enseña por qué cometemos errores, por qué caemos en la tentación, por qué enfermamos y nos empobrecemos, por qué nos hacemos viejos; y lo que es más importante, nos dice cómo pueden ser vencidos todos estos males, y cómo podemos traer salud, felicidad y prosperidad verdadera a nuestras vidas y a la vida de los que nos rodean.

La verdad es que Jesús no enseño teología alguna. Su enseñanza es enteramente espiritual o metafísica El nos advierte que la obstinación en el pecado trae en verdad muy serias consecuencias, y que el hombre que perdiere la integridad de su alma resulta extremadamente necio. Nos enseña que somos castigados a causa de nuestros errores; que cada hombre o mujer que estén en lo impuro y malo, tienen acceso directo a un Dios de misericordia paternal y todopoderoso, quien les perdonará y les proporcionará su propia fortaleza para ayudarles a descubrirse de nuevo a si mismos setenta y siete veces si es necesario.

Todos los hechos que los cuatro evangelios relatan de Jesús sucedieron y muchos más. "Muchas otras cosas hizo Jesús que si se escribiesen una por una, creo que este mundo no podría contener los libros". ( JN. 21:25 )

Jesús mismo justificó con sus obras lo que la gente estimó ser una extraña y maravillosa enseñanza, pero El fue aún más lejos, y dijo, refiriéndose a aquellos que estudian y practican sus enseñanzas: "Las cosas que hago las haréis, y muchas más aún"

texto extraído de

El Sermón de la Montaña

Emmet Fox


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