viernes, 28 de marzo de 2014

Tradición Esotérica de Occidente: Capítulo VII



Tradición Esotérica de Occidente: Capítulo VII



La imagen muestra más que mil palabras, eso dicen.
El hombre no inventó el Sonido, ni la luz, ni el Color ni tantos vocablos vibrantes, como jeroglíficos mostrados nos hablan a niveles jamás soñados.
Palabras que se transforman en dibujos, dibujos que lo hacen en formas, y formas que cobran vida en el mundo de los símbolos y sueños.

La sabiduría se mece a nuestro alrededor  esperando  ser atrapada por  el valeroso luchador.
Locura parece la Sabiduría a los habitantes de la Tierra; pero cuando sus consciencias despierten se elevarán a niveles imposibles.

La figura  no es nada  si no existe ojo que  la vea. La palabra  no existe sin oído que  la escuche; pero la Palabra  crea de donde  parecía no haber nada, y la Carta dice aquello que por nuestra condición, permanece inalcanzable a nuestra razón.






            Quizá, alcanzada esta ladera, los estudiantes aún no posean suficientes datos objetivos o subjetivos como para poder trabajar con el Árbol de la Vida a modo de Yoga Occidental.   Es posible. Los Sephirot quedan un tanto huérfanos si no los elaboramos más y le proporcionamos a cada una de sus cuádruples esferas un símbolo adecuado.


            "El Libro de Thot" es el auténtico documento gráfico de los gnósticos y se remonta, sus orígenes, a épocas más remotas que la del antiguo Egipto; pero fue en estas tierras de grandes arquitectos donde adquirió su máximo explendor de la mano del Hombre-Dios Thot, quien quedaría reflejado en la mitología Griega como el Mensajero de los dioses que proporcionara al Ser Humano, los saberes de las artes y de las ciencias.
            El propio Mago Alexter Crowley, era consciente de que el libro de estampas denominado Tarot y que ha llegado a nuestros días de mano de los cíngaros, estaba incompleto; ya que, según él, las imágenes egipcias que deberían conservarse en alguna galería de las pirámides eran bastantes más de las setenta y ocho que conocemos.
            Debemos dar gracias por que estas últimas hallan llegado hasta nuestro conocimiento, pues la mayor parte de las barajas están modificadas y cercenadas como la propia baraja española donde se eliminó la carta de la Reina y se modificó la estampa de la princesa convirtiéndola en un escudero o sota.
            Esta es una más de las señales que nos muestran el destructivo paso de una raza autodenominada Aria y que logró desintegrar la cultura matriarcal de las tribus Hindo-Mediterráneas, sustituyéndola por otra basada en el racismo de unas castas sin sentido alguno. 




            Todavía queda algo de aquella primitiva civilización que mantiene su adoración hacia la Diosa Kalí, la Madre de la Venganza; tanto ella, como su regio esposo Shiva siguen manteniéndose en el panteón del actual hinduismo como dioses primigenios, al igual que en nuestra cultura occidental conservamos a las antiguas diosas de la fertilidad en la figura de las más diversas vírgenes católicas.
             Kalí, lo mismo que Judit corta las cabezas de los invasores de ojos claros y recuerda, con sus ojos llorosos y su lengua lasciva, la cruenta muerte de los varones de sus tribus y la insoportable vejación de ver a sus retoños convertidos en esclavos y tratados peor que a perros, los Sudras.
            Justamente, el destino ha querido que algunas de esas herméticas figuras hayan sido salvaguardadas hasta nuestros días, conservando lo más importante de la tradición matriarcal en su simbología, por los gitanos descendientes de aquellos hindúes a los que nos referimos.
            Intentaremos estudiar, en primer lugar, las correlaciones que poseen los distintos palos de la baraja con cada una de las esferas del Árbol; desde un punto de vista cuádruple, ya que es así como se debe de hacer, debido a que cada Sephira no es una sino cuatro.
            Cada esfera, es activa en cuatro mundos. Assiah, el Mundo Denso que es representado por el Palo de Oros o pentáculos; ya que, tradicionalmente, estas cartas representan la Abundancia Material. Yetsirah, el Mundo Vital, está simbolizado por el Palo de Copas o cálices; ya que, es en el líquido elemento donde comenzó la Vida Orgánica que conocemos. Briah o el Mundo de los Deseos, está representado, como no podía ser de otro modo, por las espadas que son las causantes de las conquistas materiales; pero también del sufrimiento emocional del Hombre, que le lleva a un perpetuum móvile donde lo que conquista le trae sufrimiento y, este, le conduce a intentar nuevas aventuras épicas.          Derramando la sangre de sus semejantes llega a conseguir aquello que no tiene de modo temporal; pero por el autosacrificio consigue la dádiva permanente del Bien, para sí y para sus semejantes y Atziluth, el Mundo de la Mente, la Materia más cercana al Mundo del Espíritu y que está representado  por el  Palo de  Bastos o también,  más  propio,  teas  ardiendo con  el  fulgor  y  poder transformador de la Entidad que representa.
            Tan sólo en la Esfera de Malkuth, los mencionados palos dan significado a los cuatro elementos primordiales de la materia: Pentáculos es a tierra como Cálices es a agua, Espadas a aire y Teas a fuego.
            Hay cuatro figuras, dentro de los Arcanos Menores, que suelen quedar descartadas al estudiar la correspondencia con el Árbol de las esferas; ya que como podemos comprobar, el Árbol Cabalistico está constituido de diez esferas; pero que, como vimos en el capítulo anterior, esto no era así en origen.
            El Rey, en los cuatro palos estudiados, es la influencia externa de los Mundos de Dios reflejados en Kether y que se materializa, por expresarlo de algún modo, en la Columna de la Misericordia que comanda la Sephira Chokmah, la Cabeza del Compás: la Sabiduría.
            La Reina, como no podía ser de otro modo, refleja la parte femenina o negativa de los Mundos Superiores mencionados, haciéndose corpóreos en el Mundo del Espíritu Vital por medio del Pilar de la Severidad que es gobernado por la Esfera Binah, la Fuerza de la Inteligencia: la Punta Pasiva del Compás, el Útero Materno.
            El Príncipe que no es tal, sino Princesa, representa al Andrógino creador de los infinitos universos o Adam Kadmón, también Khristos y refleja las fuerzas celestes, como el producto que es de la unión de la Sabiduría con la Fuerza. Tiphareth. La Esfera de la Belleza es la Princesa que gobierna el Pilar Central de la Indulgencia. Indulgencia, ¿por qué?.
            Tras la Caída de una gran parte de los Adam Celestes en Malkut, el Reino, Tipharet tuvo que realizar un esfuerzo ímprobo, apoyado por el resto de los Sephirot y abandonó su Morada Celeste, sita en lo que ahora se denomina como Daath, como supremo sacrificio para poder elevar, de su estado caído, a sus hermanos.
            Sólo el Amor es capaz de semejante acción y este es la máxima significación de la Belleza. Belleza del Alma que se refleja en la Luz Corporal a la que hemos venido en denominar como tal.
            De las cuatro figuras, sólo nos queda el Caballo o Caballero y que hasta el presente nadie ha sabido situar correctamente en el Árbol Sephirótico; pero nosotros iluminados por la Sabiduría Rosacruz, lo situaremos entre la Hija-Hijo y Kether, la Raíz de donde surge todo:            En Daath, la Sephira inexistente, ya que se rebajó su ocupante, en sagrado sacrificio para trabajar en los planos más inferiores. El Caballero representa al Hidalgo que vence al Dragón de la Gravedad producida por Arcontes, Materia Obscura, y Eones, Materia Luminosa creadora de partículas vitales orgánicas, para rescatar a la princesa prisionera de aquel.
            El Caballero es la Metanoia u Oración Celeste que comunica a Kether, como Fuerza Gnóstica, con Tipharet para evitar que Malkuth, el Reino, arrastre en su caída a la Hija de sus amores. "Sólo los valientes podrán tomar el Cielo por asalto" dice el Evangelio. Esos valientes son la Hermandad de la Rosacruz que tiene su morada en Shambala, situada en Daath, el Abismo.
            Ellos son los portadores de esa Energía Divina, la Gnosis, o Espada Flamígera que soporta la terrible presión del Universo Material; pero también, como hemos dicho, es la Metanoia compasiva que se extiende desde la Jerusalén Celeste hasta la propia Tiphareth como la Sagrada Escalera de Jacob que nos conducirá, en su momento, a todos los mortales, hasta el propio Corazón del Grial, Kether.
            Una vez situadas las cuatro figuras de los respectivos palos, sólo nos queda colocar las cartas numeradas del uno al diez.



            Como vimos en la lección anterior, desde el punto de vista Gnóstico, la numeración de las esferas del Árbol es incorrecta; pero la correspondiente a los símbolos del "Libro de Thot" es absolutamente perfecta ya que tras la Nada, raíz de todo, surge el Uno en su manifestación primigenia, de este el dos y así sucesivamente. Así, se respeta la independencia de las dos importantes construcciones gnósticas que tenemos entre manos, el Árbol de los Sephirot y el "Libro de Thot". 




            Después, como instrumentos de meditación filosófica y mística que son, deberíamos huir de cualquier tentación dogmática, ya que caeríamos en el mismo error que los sempiternos enemigos de la Gnosis.
            Por otro lado, el Árbol es una figura tridimensional que muy bien podría ser observada por medios gráficos informatizados, comprobando que cada Sephira y cada Columna adquiere unas características diferentes, dependiendo del Punto de Observación. Esta es una capacidad recientemente descubierta y que corrobora lo que ya se dijo, todo está contenido en Kether y cada esfera contiene a las demás.


            Cualquier discusión sobre estos elevados asuntos, vendría a ser una lucha bizantina que no conduciría a ninguna parte.
            Dejemos que sean el Árbol y el Libro de Figuras conocido como Tarot, quienes impriman en nuestros vehículos de manifestación, ya suficientemente estudiados, el Sagrado Contenido de sus símbolos y sirvan, estos, de llave para despertar del letargo a que estamos sometidos, con el fín de llegar algún día a poder abrir la puerta que nos conduzca al camino de una Consciencia Superior.
            En Kether tenemos los cuatro Ases que representan, como dijimos, la raíz de todo lo que existe: El As de Oros es la Raíz de los poderes conferidos al Mundo Denso. El As de Copas vendría a ser algo así como el Origen del Poder cohesivo del Mundo Etérico.
            El As de Espadas sería la Raíz Primordial de la Energía que subyace en el Mundo de Deseos y el As de Bastos la Fuerza Luminosa del Mundo de la Mente.
            De Chokmah, el Uno Sephirótico, surgen los cuatro does cuyos palos representan: El Dos de Oros el cambio armónico de estado, la Vibración produce la Polaridad. El Dos de Copas, el Amor que emana de la Sabiduría del Gran Hacedor como herramienta indispensable para llevar a efecto la Creación.
            El Dos de Espadas, la Paz Restablecida tras la Lucha Primordial derivada del Big Bang, el Gran Estallido Primigenio. Al surgir la Vibración, es posible la división en dos polos y así aparece por primera vez el aparente equilibrio de las emergentes moléculas materiales. El Dos de Teas o Bastos, significa el Dominio de la Mente sobre los vastos universos emanados.
            En Binah, la Madre Suprema, habitan los cuatro treses, cuyos palos vienen a representar: El Tres de Oros, el Comienzo de las Obras Materiales. Con el tres, es posible la formación de la primera forma geométrica bidimensional. El Tres de Copas. De donde no había nada, el Punto Inmanifiesto de Kether, surge la abundancia de planos materiales y dimensiones incorpóreas.
            El Tres de Espadas, con la aparición de las moléculas materiales surge la gravedad que produce el dolor de todo el Árbol Sephirótico. Aquí mora la Raíz de la Caída. Es aquí, donde estalla tempestuoso el amargo llanto de Kalí, cargado de odio y venganza. El Tres de Bastos, tras la prolongada batalla de las fuerzas de acción y repulsión, surge un aparente equilibrio en la Creación y paradójicamente, es durante la Era del Hierro, de la Venganza, que se restablece el Poder de la Fuerza Emanadora.


            Chesed, tras la Caída Voluntaria de Tiphareth, la Cuarta Sephira, tercera gnóstica, Chesed queda establecida en este lugar, donde moran los cuatros cuyos respectivos palos significan: Cuatro de Oros, los Cuatro Elementos de la Materia, terminados, confieren a este símbolo la significación del Poder Terreno.
            El Cuatro de Copas, el Goce tras la consecución de una aparente armonía y estabilidad. El Cuatro de Espadas, el Descanso tras la contienda establecida, consecuencia de la interacción de las fuerzas Gravitatoria y Cuántica que mantienen Unido al Reino y las    
Fuerzas Celestes Originales que intentan impedir que aquel se desintegre. Esta Paz, sólo fue posible tras haber transferido Tipharet el testigo que por herencia le correspondía a Chesed; es decir, tras el sacrificio realizado. Los Cuatro Bastos, son la Obra terminada; pero siempre aparente y en proceso de evolución y perfección. Aquí se cuece el principio de la Salvación de la Materia por el conocido proceso de Christificación.
            De la Sephira Geburah, surgen los cuatro cincos que representan respectivamente: Cinco de Oros, el trastorno terrenal producido tras la caída y pese a la bajada de Tiphareth, que produjo un alivio temporal; por lo tanto, el Hombre debe esforzarse por hallar el camino, construir la escalera de retorno hacia el Mundo Celeste, lo antes posible. 



            El Cinco de Copas, es la pérdida del Placer Original que habría sido de no haberse producido la catástrofe. Es también el origen de esa añoranza que atenaza a la humanidad por tantas cosas perdidas. El Cinco de Espadas significa la Derrota o Fracaso del Acto Creador. El Demiurgo se ha equivocado; pero hay que aceptarlo con la mayor crudeza posible y sin resentimientos ya que todo Mal contiene la raíz del Bien en formación y es el único medio de adquirir experiencia.
            El Cinco de Bastos nos da a entender la contienda que aún hoy tiene lugar entre la materia obscura del Universo, Arcontes, las Estrellas Planetarias de los Universos, Demiurgos, que ayudaran en la construcción del Universo Conocido y las Fuerzas Celestes del Gran Hacedor que intentan restablecer el Orden Primordial, situar a la Sephira Malkut en su lugar de origen, donde hoy mora Yesod.


            Tras la Caída e inmediata Redención, Tipharet deja de ser la Cuarta Sephira, Tercera Gnóstica, y va a caer en un Plano de Manifestación Inferior que es la Raíz de los símbolos contenidos en los seis de los Arcanos Menores del "Libro de Thot" cuyos palos nos hablan del siguiente modo: El Seis de Pentáculos, la Materia, tras la Redención ocasionada por el Hijo Super No, podrá seguir su cometido de proporcionadora de experiencias necesarias para la adquisición del órgano perdido, la Consciencia Celeste. Se ha producido un triunfo total en la batalla contra las fuerzas gravitatorias y vibratorias del péndulo, el Sistema.
            El Seis de Copas, la alegría derramada en forma de majestuosa sangre clara de lágrimas, que hace posible la Salvación de la Humanidad caída en las garras de los Demians creadores de Universos de Ilusión. Es el Cáliz de la Alegría. El Corazón de Dios, Kether reflejado en Chokmah está latente en su Hijo Tiphareth.
            El Seis de Espadas demuestra a los Universos y a sus regentes, que una aparente derrota del Redentor ha logrado un Triunfo absoluto gracias al derramamiento de su sangre y que conduce inexorablemente, al Reino hacia la Victoria Final en el Día del Gran Armagedon.



            Netzhech, la séptima Sephira representa, simbólicamente, a través de los siete arcanos que origina, lo siguiente: En este Plano Inferior, el sentimiento de las criaturas pensantes es, según el Siete de Oros, un Triunfo Incompleto aunque Prometido.
            Según el Siete de Copas, la ilusoriedad de los planos más densos y que deben ser trascendidos para realizar la Verdad, gracias a la ayuda continua, creación continua, de Tiphareth.
            El Siete de Espadas, todo esfuerzo que se realice en estos planos inferiores está condenado a una continua inestabilidad si no se cuenta con la Metanoia Christica que es proporcionada por el Hijo y que sólo puede ser corregida con la Fuerza de la Gnosis, el Conocimiento Divino. Según el Siete de Bastos, Tan sólo el Poder Ígneo de la Gnosis, dará sentido a la interminable lucha que se entabla en los planos de la Materia por la elevación de ésta, la Naturaleza, hacia los planos del Espíritu en un proceso de renacimiento.
            De Hod surgen los ochos que significan, en el entorno del Espíritu de Vida: Ocho de Oros, la prudencia necesaria para algunas labores terrenales, tan sólo es un freno espantoso ante la consecución de los planos espirituales. El Ocho de Copas, la actitud del Hombre actual, caído, hacia el futuro es de un triunfo abandonado.
            La desidia, pereza y vaguería, han invadido el corazón de la criatura pensante y ralentizado, consecuentemente, la Victoria Final que algún día, dentro de nuestro Espacio-Tiempo, deberá ser Total .Ocho de Espadas, debido a la desidia mencionada, la Fuerza Espiritual se ha visto reducida y sólo será restablecida por la Fé en el Poder de la Gnosis que fue acercado a los planos más bajos gracias al Auto Sacrificio de Tiphareth. Ocho de Bastos, Una vez que este Espíritu, Paloma Alada, Flama, es insuflado o nacido por mediación de la Chispa situada en el Corazón de la Criatura, la Batalla por la Escalada se restablece .
            Sólo el Poder Mental superior, nos proporcionará el acicate adecuado para poner en marcha el Valor necesario.


            Yesod, la Novena Sephira, Octava Gnóstica, origina el simbolismo de los cuatro nueves del Tarot que se mecen en su esencia y cuyo significado es el siguiente: Nueve de Pentáculos, nos encontramos en el Plano Superior que transciende, aparentemente, la realidad del Universo de Maya y que proporciona a sus acólitos  una determinada Ganancia Material, aprisionando, no obstante, a estos con los grilletes de la Esfera Reflectora.
            El Nueve de Cálices , debido a lo anteriormente mencionado, se consigue una Vida con pocas enfermedades y una felicidad superficial y aparente que produce en el hombre la colección de Apegos de personas u objetos que aumenta, por su propio peso, la prisión de la criatura humana. Este es el pago a realizar, necesario, por la protección de Arcontes y Eones, Demians. Nueve de Espadas, Por acaparar y defender lo obtenido, entra en el corazón común de la humanidad, una sensación de frustración que produce, en primer lugar desesperación y en la mayor parte de las ocasiones, una tremenda crueldad. 




            El Nueve de Teas, acerca el Fuego de la Vida y de la Mente al Ser y le concede la fortaleza necesaria para poder resistir las tentaciones y correspondientes autocastigos kármicos, inherentes al Mundo de la Materia. Esta Esfera, es la que proporciona las experiencias, y de ella surge la disertación de "Dios aprieta pero no ahoga". Ante todo Obstáculo, por inalcanzable que parezca, surge siempre la salida más adecuada.


            Malkut, el Nueve auténticamente Gnóstico, origina, en su seno, los cuatro dieces del "Libro de Thot" viniendo a significar, que tras la actual involución se produce paralelamente una evolución para reconducirnos hasta el Uno Primigenio; pero a un Nivel Experiencial diferente y de Consciencia Superior.
            El Diez de Oros representa la riqueza de experiencias que se alcanza tras la existencia en este Plano. El Diez de Copas, el Triunfo Final necesario tras el derramamiento de la Divina Sangre de Tiphareth. Estamos comprados con sangre, dicen los Evangelios, sólo estamos retrasando lo inevitable.
            El Reino dejó de caer, de expandirse, casi al propio tiempo que se produjo el Big Bang y ya comenzó el siguiente período de Colapso Gravitacional, a pesar de que nuestros instrumentos aún no se han percatado, dando lugar al conocido como Big Crunch que conduzca a todo lo existente hasta el estado primitivo antes de la Explosión.
             Es sólo cuestión de tiempo para los seres mortales, que la restauración nos regrese con nuestros hermanos, y sentir el Inefable Gozo de la Feliz Eternidad. El Diez de Espadas representa a la Regidora del antiguo Reino.
            El Imperio que tras el Big Bang se abocaba hacia su eterna expansión para alcanzar, como final lógico, la muerte de las estrellas y la transformación de las Energías Demiúrgicas en fríos y gélidos Arcontes, un Helado Infierno de muerte y obscuridad. El Big Crunch, que tanto temen los Astrofísicos podrá parecer la destrucción del Universo Material, de hecho lo es; pero su fin es la restauración, renacimiento o transfiguración del Universo Original en el Cero de Kether, donde está contenido todo.
             La destrucción de esta habitación de realidades virtuales que el actual Universo es para dejar paso a la única realidad, la Verdad. El Diez de Bastos representa la opresión que siente el Espíritu, en este Plano Material; pero como dice el dicho popular, "tras la tempestad siempre llega la bonanza" y entonces, sólo entonces, ese agobio del Ego, cubierto de groseras esencias, se convertirá en la semilla o chispa de la futura Alegría y Paz Super-Universales.
            Sólo tres teorías han sido reconocidas por el Mundo Profano, dice Max Heindel en sus escritos, para intentar explicar el Misterio de la Vida y de la Muerte. De estas tres, la Teoría de la Reencarnación parece ser, para un importante sector de la humanidad como la más razonable y lógica; pero existe una cuarta que las fuerzas de las tinieblas se han ocupado, muy bien, de ocultar a los ojos del Hombre que habita este Mundo y que estudiaremos en el transcurso de este capítulo.


            La Teoría del Renacimiento expone: "Ya que la Vida viene a ser algo así como un Curso Escolar o Universitario, donde se viene a aprender lecciones y, consecuentemente, a progresar gracias a las experiencias adquiridas, es imposible que todo el Saber Necesario pueda ser asimilado en un sólo curso escolar y sería, debido a esto, por lo que los humanos necesitasen regresar, periódicamente, a este plano de existencia".
            Esto, a nosotros no nos cuadra, como veremos más adelante; ya que, demuestra un sistema de absoluta injusticia y desigualdad que sólo podría demostrar que el constructor de este mundo es un necio e ignorante Demiurgo; por lo tanto, debe haber algo más, y lo hay.             Esta Teoría que nace del actual Hinduismo Ario fue una perfecta y ladina estratagema para procurarse, las clases dominantes, la sumisión de las conocidas como castas más bajas, entre las que se encontrarían los Sudras, primitivos habitantes de aquellas tierras y que los antropólogos han venido a denominar como Hindo-Mediterráneos.
            En el Sistema de Castas Ario-Hindú, un Sudra, si desea elevar su nivel de evolución en una próxima vida deberá ser sumiso ante las castas superiores, en la actual existencia, y deberá soportar, irremediablemente, todas aquellas vejaciones que le reporte su actual estatus social; ya que, si no lo hiciera de dicho modo, en una vida posterior recibiría el apropiado castigo convirtiéndose en un idiota o en un Animal Inferior.
            Según esta misma teoría, el hecho de que el Ser Humano no recuerde nada de sus existencias anteriores no contiene datos suficientes en contra de esta doctrina y por el contrario proporciona al Individuo Reencarnante una especie de protección contra actitudes o experiencias negativas del pasado.
            Esta doctrina pasó al Budismo aunque de un modo más estilizado y de este a algunas sectas occidentales que se han alimentado de las doctrinas más orientales.
            La Injusticia, de la que hemos hecho mención, consiste en justificar las desigualdades sociales que existen entre los seres humanos. Esto es una contradicción de los Principios tanto Masónicos como Rosacruces de: Igualdad, Libertad y Fraternidad. 



            Según Max Heindel, equivocadamente creemos, el Renacimiento enseña que cada Alma es una parte consustancial con Dios, hasta aquí bien, que encierra en su seno todas las capacidades divinas, así como la semilla contiene a la planta, hasta aquí también estamos de acuerdo; pero continúa diciendo, que por medio de las repetidas existencias en un cuerpo material, aquí está el primer error, de calidad gradualmente mejorada, las posibilidades latentes son progresivamente cambiadas en Poderes Activos; también dice equivocadamente, creemos, que ninguna Alma se pierde en este proceso sino que toda la Humanidad alcanzará, en último término, la Meta perseguida de Perfección y Unión con Dios.
            El Sr. Heindel aquí confunde la velocidad con el tocino, o sus traductores; ya que, el Alma es un Cuerpo formado por varios vehículos de manifestación algo menos densos que la propia materia de que está constituido el Cuerpo Físico. Estos están constituidos por éteres del Cuerpo Vital y Substancia del Mundo del Deseo o Astral.
            "El Alma que pecare morirá", dicen los Evangelios. Estamos de acuerdo en muchos puntos. Los Hermanos Mayores de la Rosacruz nos lo han confirmado, ya que toda la Humanidad, efectivamente, alcanzará esa perfección y unión con Dios, pues el Ser Humano es, principalmente, Espíritu; pero las almas no transfiguradas son algo así como Supra-Personalidades o instrumentos necesarios para la consecución del Desarrollo Experiencial, así como también lo es nuestro actual Cuerpo Físico.
            Es cierto que las almas que lleguen, por medio de un vivir adecuado, a conseguir substancia, para ellas mismas, de los Mundos Superiores de la Mente y otros, habrán conseguido una cierta inmortalidad que dependerá, sine-quanon, de la última decisión que tome el Espíritu Inmortal; que al fin y a la postre, es el auténtico Capitán de la Nave que es el Hombre.
            La Teoría Materialista sostiene, inconsistentemente, que la Vida es un Viaje del nacimiento a la tumba y que después no hay consciencia. Esta teoría, conocida como Atea, dice que la Mente se encuentra exclusivamente en el Cerebro y que es el resultado de diversas combinaciones químicas y movimientos neuronales.
            El Hombre, según esta tesis, sería el Ser más inteligente del planeta; pero que ésta, su inteligencia, desaparece cuando su cuerpo se descompone.
            La Teoría Teológica, la más común, afirma que a cada nacimiento corresponde un Espíritu y Alma recién creados (sólo es cierto en parte), por las manos del Gran Hacedor; es decir, según esto, el Ser Humano no existe hasta que Dios crea una Alma revestida de un Cuerpo Físico e insufla el espíritu de vida en dicha materia animada.
            Después de la existencia material, una Vida, pasaría a través de las puertas de la muerte, el Mundo del Otro Lado, el Mas allá, donde será juzgado según su Fe o Acciones y de donde no regresará jamás.


            La Felicidad Futura, en estos casos, estaría supeditada a sus creencias o acciones en el transcurrir de una sóla vida. En la Doctrina Teológica, subyace una Vida de Paz y Felicidad Eterna para los escogidos y un cruel y eterno castigo, de horribles consecuencias, para todos aquellos que hayan tenido la desgracia de ser condenados.
            En el transcurso de este trabajo, hemos podido comprobar como cualquiera de los tres métodos o teorías son increíblemente crueles pero, gracias a Dios, equivocados. Haciendo honor a la Verdad, cualquiera de las tres hipótesis contiene bastante de ésta; ya que, incluso la materialista tiene la lógica suficiente como para atraer a gran cantidad de individuos y que se encuentran en una determinada etapa de su desarrollo experiencial.
            La Cuarta Teoría es que no hay teoría alguna; sino una Gran Verdad, no Dogmática sino esencial que se conoce como Gnóstica, Rosacruz y Cristiana-real. Esa Verdad, deberemos encontrarla en lo más profundo de nuestro interior y jamás se da por escrito a estudiante alguno; pero en esta ocasión, haremos algunos malabares para intentar obtener los suficientes datos que nos serán necesarios para poder contrastar adecuadamente lo exotérico con lo oculto y eterno.
            Ciertamente, la Vida es una escuela experiencial, no nos retractaremos, lo hemos venido mencionando repetidamente; pero más que eso, como dijera Dante, es una Comedia, Obra de Teatro Universal, donde todo no es más que mera ilusión consecuencia de vanidades artificiales y donde, tanto la Vida y sus placeres como la Muerte y su acompañante el Dolor, no serían más que procesos de dicha representación teatral.


            Para la Doctrina Gnóstica, el Hombre, su Espíritu, es Increado; es decir, no tuvo ni principio ni alcanzará un final, sino que es parte integral del G:.A:.D:.U:.. No todos los Humanos cayeron en las garras de Malkut, el Reino; sino que muchos continúan en el Universo de los Tres Super No, cerca de Kether como Espíritus Vírgenes y nunca caídos.
            El Vocablo "caída" contiene tintes negativos que quisiéramos, por todos los medios abandonar, ya que su contenido es inexacto para intentar explicar lo que realmente sucedió antes del Big Bang. Es cierto que el acto del que hablamos se produjo por una actitud de rebeldía convenientemente reflejada en el Génesis Hebreo; pero lo que deberíamos entender es que esa actitud de confrontación es una consecuencia innata en el Individuo Divino que se niega, creemos que correctamente, a someterse a otros poderes por muy superiores que pudieran parecer. El Hombre es su propia Ley.
            Algunas veces, la Rebeldía de la que hablamos, hace que el individuo camine en contra de las corrientes energéticas que mantienen este Universo aparentemente estático y se producen, como una consecuencia directa, tanto el Dolor como la Injusticia. Para abreviar podríamos decir que la Vida es una Obra de Teatro interpretada por actores voluntarios y cuyo argumento o guión, previamente prefijado en el Mundo Arquetípico de la Mente, se va escribiendo según transcurre la Obra.


            En este contexto, tanto la Vida como la propia Transición o Muerte toman connotaciones distintas a las estudiadas con anterioridad, o las mantenidas por el Mundo Profano.
            Es cierto que el Materialista tiene razón cuando dice que la Inteligencia del Hombre mora en sus eléctricas neuronas y que aquella desaparece cuando estas se destruyen; pero el Ateo no cuenta con la Energía que conocemos como Espíritu y que es el Principio de la Individualidad Compartida en la Divinidad que hace posible la existencia de las Neuronas y consecuentemente de la Inteligencia.
            La Vida es igual a la Inteligencia y esta última, es una constante en los Universos tanto conocidos como desconocidos; otra cosa es que ésta, la Vida, tome forma orgánica, como ha sido en el caso del Hombre.
            Los Renacentistas tienen razón cuando afirman que el Espíritu, el Alma en algunas escuelas, reencarna en otras vidas de este plano, o de otros más sutiles; pero no comprenden que éste, el Espíritu, renace cuando lo cree conveniente para continuar con un nuevo período experiencial; es decir, su representación teatral se encuentra inconclusa o simplemente decide regresar para ayudar al resto de los actores con una personalidad diferente, en la misma representación o en otras distintas.
             El Espíritu Humano, como parte del Gran Hacedor que es, es sabio y no necesita de Jerarquías Superiores que le obliguen a unos actos determinados; sino que él es la Jerarquía, que siempre decidirá correctamente a pesar de que a su personalidad encarnada le parezca lo contrario.


            Los Teologistas también tienen razón cuando opinan que el Alma es Mortal; es decir, como hemos explicado algunas líneas atrás, el Alma es una herramienta sutil y sofisticada; pero una herramienta al fin y al cabo, que contiene en sí a la Personalidad Humana, la Memoria de los acontecimientos acaecidos durante la Vida, y la Consciencia adquirida por ellos; pero ni la Carne ni la Sangre podrán jamás heredar el Reino de los Cielos y las Almas, en el común de los casos, están constituidas de materiales perecederos que no pueden, por su elevado peso, subir a los planos celestes y por lo tanto mueren y se descomponen como lo hace el Cuerpo Físico constituido de agua, carne y huesos.
            Pero si esas Almas, por diversos motivos, han adquirido su sustancia de los planos elevados, sobrevivirán y mantendrán tanto la memoria como la conciencia. También la Personalidad o ego de la Vida Pasada será respetada si su Yo Superior, Triple Espíritu o Ego lo ha decidido. Aquel que se afane por su Vida la perderá; pero aquellos que la entreguen en ofrenda y sacrificio la ganarán.
            Como hemos intentado hacer ver, todos tienen una parte importante de razón; pero todos ellos están equivocados en lo esencial y esas diferencias entre sus ideas construye la infranqueable barrera que existe entre los distintos dogmas y cuya intolerancia separa a toda la humanidad.
            Dentro de nuestra propia representación teatral deberíamos perseguir una mayor justicia social aunque sólo sea virtual, ya que el Espíritu, en su Universo original, es igual a sus semejantes y posee el mismo Grado de Nobleza y Señorío; pero ciertamente, creemos que sería mucho más gratificante para las personalidades encarnadas de la Raza Humana, que representásemos Comedias en lugar de Dramas o en el peor de los casos tragedias.
            Este es un pensamiento muy personal y por supuesto, no obligaremos a nadie, tampoco podemos hacerlo, a compartirlo.


            La Ciencia Gnóstica enseña que la evolución de nuestro Teatro o Escuela de la Vida transcurre en un sendero espiral similar a la escalera de caracol que conducía, en el Templo de Salomón, hacia la Sala de los Maestros.
            En dicha escala, cada vuelta de la espiral vendría a ser un Ciclo en un nivel superior que habría asimilado los sucesos de los ciclos o espirales anteriores y creador, al mismo tiempo, de los acontecimientos futuros que pudieran producirse en los ciclos posteriores.
            Esta Ley está confirmada por los distintos eventos o sucesos que acaecen en nuestro Universo conocido; ya que transcurren en movimientos espiroidales y para comprobarlo, echemos mano de un pequeño telescopio y observemos cualquiera de las múltiples galaxias que adornan la noche o la fastuosa construcción de la concha del más insignificante de los caracoles.


            Después de analizar todo lo mencionado con anterioridad, podemos encontrar que las Leyes de Renacimiento y de Consecuencia, de los actos realizados, son justas, perfectas y se basan en la más pura de las lógicas; ya que, todo lo que nuestra personalidad actual posee tanto en cantidad como en cualidad es el resultado de los hechos realizados en el pasado y acumulados como simple información en el diskette informático de nuestros átomos simientes y no el resultado de un celoso Dios o Jerarquía maquiavélica que se divirtiese a nuestra costa, como pensaba el ausente Andreas Faber Kaiser, proporcionándonos castigos innecesarios para conseguir mayores sufrimientos en el Ser Humano.
            Lo que le falta a nuestra Personalidad o Alma, en perfección física, moral o mental, puede ser corregido in situ o en el futuro y será, sin ninguna duda, una importante fuente de experiencias en el Mundo Actual.


            El Sr. Heindel dice, equivocadamente, que la herencia genética sólo actúa sobre el Cuerpo Denso y no sobre las cualidades morales e intelectuales, y sigue diciendo que, estas últimas, son adquiridas en proporción al uso que hayamos realizado de nuestras oportunidades en las vidas anteriores; pero lo cierto es, que en la actualidad, lo Egos encarnantes, impulsados por las Fuerzas de atracción y repulsión tienden a elegir familias en las que nacer y en cuyo seno se produzca la resonancia necesaria o atracción de sus propios átomos simientes  con los de aquellas.
             No tiene que nacer una  persona cruel,  efectivamente,  por el  simple hecho de que sus padres lo sean. En ocasiones el Ego decide encarnar en familias extrañas para que sus átomos simientes puedan saldar por mediación de la personalidad encarnada, aquellas deudas de destino o Karma que se hayan contraído con dichas personas; pero lo habitual es que alguien cruel y despótico, según sus átomos simientes, decida encarnar en el seno de una familia con similares características en su personalidad colectiva.
            De hecho, la genética tiene mucho que ver en el asunto de la atracción o repulsión de los diferentes átomos simientes de los distintos cuerpos que conforman a la criatura humana ya que actúan directamente sobre los nucleótidos que contienen la información genética en el interior del A.D.N..
            Por otro lado, el Genio, aquí si tiene razón el Sr. Heindel, es un talento extraordinario que abarca más allá del poseído por el individuo ordinario y que debió ser adquirido por medio de aplicación y duro trabajo en vidas anteriores. Este es el Caso de los Avatares y Grandes Guías de la Humanidad.
            Las leyes de Atracción y Repulsión, hacen posible que la asociación de los individuos en las diferentes encarnaciones estén sujetas a la inter-relación de los diferentes movimientos kármicos de estos.
             "Dios los cría y ellos sólos se juntan"; es decir, el Ego decide encarnar en un determinado ambiente porque necesite pagar alguna cuenta pendiente o porque necesita darse a determinadas personas en cósmico agradecimiento, y que estén deseosos de sus propias experiencias. 


            Esos lazos, como ya hemos apuntado, están atados por las fuerzas gravitatorias y cuánticas de los átomos chispa o simientes de los diversos vehículos. El Renacer en ciertas familias o ambientes, es debido a la necesidad inherente del Espíritu de adquirir determinadas experiencias que por su especialidad no podrían encontrar en otro lugar.


            Las nombradas leyes de Renacimiento y Consecuencia, están conectadas, en el Hombre Ordinario, no Iniciado, con el movimiento producido por las partículas cósmicas y radiaciones electromagnéticas de los cuerpos cósmicos demiurgicos y arcónticos, estrellas y planetas: El Sol, los Planetas y los diferentes objetos como quasares, estrellas de neutrones, novas y super novas, agujeros negros, cuerdas cósmicas, agujeros de gusano, asteroides y cometas que pueblan las constelaciones zodiacales.




             Todos ellos se mueven en aparente armonía, para nuestro breve concepto del Tiempo, con esas leyes y guiados en sus distintas órbitas por inteligencias espirituales (nuestros hermanos), que vigilan para que no podamos salir de nuestra reclusión hasta que realmente nos encontremos preparados. De hecho, todos los cuerpos celestes mencionados, e infinitos más, no son más que los cuerpos de esas inteligencias mencionadas.
            Dice Max Heindel, "cada Ego ordinario, nace dos veces durante el tiempo en que el Sol pasa (por precesión de los equinoccios) a través de un determinado signo zodiacal y con el fin de obtener toda la experiencia necesaria, nace alternativamente", esto es absolutamente cierto aunque algunos Machos pudieran sentirse defraudados, en cuerpos masculino y femenino.
            "Todo individuo no Iniciado, nace en el tiempo en que las posiciones de los cuerpos del Sistema Solar y del propio Cosmos den las condiciones necesarias para su más perfecta experiencia y adelanto en la Universidad de la Vida".


            La apreciación personal de este Maestro es correcta, exceptuando una pequeña parte: que es absolutamente imprescindible que el Ser Humano intente, por todos los medios disponibles a su alcance, desatarse de esas influencias que a modo de ligaduras le retienen al Mundo de la Materia.
            La única forma de desligarse de la fuerzas de Arcontes y Eones consiste en el proceso conocido como Iniciación, que no es más que la adquisición de una consciencia superior necesaria para la elaboración del Triple Alma Inmortal que a su debido momento, tras separarnos del Yugo Zodiacal, nos elevará hacia los planos de la Eternidad.
             De ello, deducimos que un Iniciado es aquel individuo que no está sujeto a cualquier influencia Zodiacal, y cualquier estudio predictivo sobre su persona estaría condenado al fracaso, ya que su Alma vibra a frecuencias más elevadas que las que emiten los astros y cuerpos planetarios. El Sr. Heindel, seguramente por ignorancia, no tiene en cuenta esta Verdad Gnóstica y mete a todos en el mismo saco.
            Los grandes avatares de la humanidad, creadores de pensamientos religiosos y filosóficos, toman todo en consideración, incluida la propia alimentación; ya que los alimentos tienen una importancia crucial en el desarrollo integro del Ser Humano. "Se es lo que se come", dice el adagio; por ello, fue necesario introducir el alcohol y determinadas drogas en la dieta de las diversas tribus y culturas para así entorpecer la manifestación del Espíritu del Hombre, con el único fin de que los actores que bajasen al escenario del Mundo Físico conocieran, evaluaran y conquistaran a éste.
            Para hacer honor a la verdad, a pesar de que la tradición simbólica del Tarot se pierde en la Noche de los Tiempos, la primera baraja completa como tal, no aparece hasta el Siglo XIII; pero lo que si es cierto, es la íntima relación que le une con el movimiento Cátaro o Albigense.
            Una vez analizados los cuatro palos de los Arcanos Menores y contemplado el Vuelo del Alma hacia los Planos Superiores y su posterior regreso, nos entretendremos en analizar las veintidós cartas o estampas conocidas como los Arcanos Mayores así como su íntima relación con los Senderos, Agujeros de Gusano, que interconectan los Sephirot del Árbol de la Vida.


            El Kether Gnóstico es el Cero y Raíz de todo, lo incomprensible, como el Loco del "Libro de Thot". No deberíamos mirar estos símbolos con vista profana y quedarnos sólo con la apariencia de lo observado; sino que nuestro deber, consiste en escudriñar en los aspectos más ocultos de estos.
            No existe ninguna preocupación, ningún deseo en la Creación de los Mundos, simplemente emanan y ya está. El error consiste en intentar encontrar una explicación, basada en la lógica humana, a cada cosa que realiza el Gran Arquitecto de los Universos. La Sabiduría de Dios parece locura a los hombre. Esa sabiduría es la que desbordada de Kether, inunda la Sephira Chokmah, donde el principio vibratorio tuvo lugar.
            Kether, también representa lo Eterno e inmutable, de donde emanó toda la Creación de la Materia y es por ello que es el Mago el que conecta la Sephira mencionada con Binah, la Gran Madre de todo lo que existe o existirá, el Gran Útero del Universo. Los Cuatro Elementos posan sobre la mesa de operaciones del Gran Ilusionista, cuyo tocado no es otro que el símbolo del infinito que representa a la eternidad y los ciclos alternos.
            En Binah toma consistencia la polaridad emanada del principio vibratorio de Chokmah, el danzarín eterno, y es por dicha causa que la Emperatriz conecta sus esferas; ya que la Cósmica maternidad de Binah y la gran paternidad de Chokmah no serían posibles la una sin la otra.
            También de Kether surge la Magia Sagrada de la Gran Sacerdotisa, que mantiene con su amor maternal a la Sephira Tiphareth, caída intencionadamente, con el propósito de mantener en su sitio al Pilar Central e impedir la desintegración del Anfiteatro de la Vida al desequilibrarse el Árbol de los Sephirot. Sólo cuando los mundos recuperen la parte femenina o andrógina, si se quiere, que habita en ellos, se habrá conseguido el Sagrado propósito redentor.
            La  emanación  de  Chokmah  hacia  Tiphareth,  es  la de un padre autoritario y poderoso, el  Emperador, como no podía ser de otro modo, que sostiene enérgicamente junto con Kether y Binah la caída hacia el insondable abismo del vacío.


            De la unión amorosa de Binah, la Gran Madre y Chokmah, el Padre, surge el amado Hijo Tiphareth. A pesar de la severidad inherente a la persona de la Madre, sólo emite hacia el Hijo un Sendero cargado del más profundo y compartido amor; Los Enamorados.
            El Pilar Derecho del Árbol es denominado como de la Misericordia y ese es el título de la Sephira Chesed, la cual, recibe toda su Fuerza y Poder de Chokmah, el Padre, de ahí que el Sendero que les comunica está representado por el Hierofante de los Arcanos Mayores.
            El Poder de Chesed es equilibrado por la severidad justiciera de la Esfera Geburah, cuya energía victoriosa, representada por el carro, es emanada de la Gran Madre, Binah. Estos dos Sephirot, Chesed y Geburah, conforman dentro del Árbol, la Fuerza sostenedora de los universos y se mantienen cohesivamente la una a la otra por medio de dicha Energía.


            Tiphareth, en la actualidad, después de la caída provocada en el Árbol Gnóstico se ha convertido en una Sephira muy particular, pues mantiene sus contactos o Senderos originales y ha desarrollado otros a modo de garfios para sustentarse en las fronteras del Espacio-Tiempo.
            El Hijo, Tiphareth, es consustancial con Chockmah, el Padre, y con Binah, su Madre y aunque es emanación directa de ellos dos, permanecía en origen y forma tal y como se conoce al presente en lo más profundo del Anti-Tiempo y del Anti-Espacio. También del Tiempo y del Espacio; pero el Hijo tiene una característica que le diferencia de los Tres Super-No, Kether el Origen y Raíz de Todo, Chockmah, el Padre de lo manifestado y Binah el Útero Celestial, y es que: Aún compartiendo la Eternidad y adimensionalidad de estos tres Sephiroth, también se manifiesta en realidades de vibración inferior donde las leyes del Péndulo y del Espacio-Tiempo recrean un Mundo ilusorio de Luz y Obscuridad.
            Tiphareth, es la Belleza del Alma y de ella emprendió el camino el Ermitaño cargado con la mochila de la humildad hacia la Sephira Chesed; pero hoy es necesario que la lámpara de este personaje del Tarot alumbre el camino de peregrino que en autosacrificio se impuso la propia Sephira Tiphareth. Así también, emanó de su Magnánimo y puro Corazón la Justicia hacia Geburah para compensar, con su Amor, tanta y profunda Severidad.
             Gracias a que Tiphareth hizo esto en su día, puede recibir hoy, del propio Pilar de la Severidad, un retorno multiplicado de dicha Justicia tan necesaria para alcanzar los elevados propósitos del Hijo.
            En Tiphareth, el Amor y la Belleza consustancial, existen, como dijimos, dos emanaciones hacia los planos más materiales de los pilares Izquierdo y Derecho. La Muerte o Tránsito como necesaria intermediaria que une el Amor con Netzhech, la Victoria. La Muerte sólo es aparente y por lo tanto el Sendero también es virtual; pero es el único medio por el que los Iniciados pueden adquirir auténtica Consciencia de su auténtica Naturaleza. También de la Belleza surge el Diablo, el Gran Divisor o Separador, de nuevo virtual; pues en origen, todos los Demians eran hermanos de Adam Kadmon, y su actual cometido, aunque no lo parezca, está encaminado a conseguir todo lo mejor en comunión con Hod, la Esfera de la Gloria. Como consecuencia de la Caída del Reino de Malkut, la Fortaleza que une a estos dos Sephirot está actualmente derruida y es la Torre derribada por el Rayo.


            La Segunda Sephira del Pilar Central está mantenida y sujetada por la Prudencia y la Templanza de Tiphareth; siendo el cimiento sobre el que se construyó el Reino de Malkut. Probablemente, Yesod habría sido despedido del Árbol, junto con Malkut, si el Poderoso Amor de Tiphareth, el auténtico protagonista del Árbol, no lo hubiese impedido.
            Yesod, el Cimiento, está unido con Netzhech, la Victoria, por mediación del Sendero de la Estrella Luminosa que alumbra el Camino  que lleva al triunfo sobre el virtual tránsito de la Muerte y de este modo, todos los Sephirot puedan ocupar el lugar que originariamente les corresponde en el Árbol de la Vida.
            El Sol, también sirve de Luminaria Celestial en el Sendero que comunica la Gloria con Yesod, el Cimiento de la Creación, y nos dice de un modo similar que sobre esta Roca desestimada se labrará la piedra que sirva de fundamento para construir el Templo del Árbol Original, desbaratando los planes de las leyes pendulares o de la dualidad representadas por el Diablo del Libro de Thot.




            Sobre Yesod, la Piedra Angular, está construido el Reino de Malkut que a punto estuviera de ser desintegrado antes de su propia creación. Yesod y Malkut están unidos por el Sendero del Mundo, nuestra morada y lugar de reunión, lo cual, viene a significar que tan Mundo es lo Inferior como lo Superior, y que lo uno no puede ser sin lo otro y lo otro sin lo uno; pero ahora, el Reino se encuentra en pleno Período Experiencial necesitando la tenue luz de la Luna que ocupa el Sendero que le viene de la Victoria firmada en Netzhech y del inevitable Juicio que tendrá lugar, antes de alcanzar por mediación del Sendero del Juicio Final, la Sempiterna Gloria de Hod.


BIBLIOGRAFÍA

 TAROT
EL LIBRO DE THOT. ALEXTER CROWLEY
LAS CLAVES DEL TAROT. A.E.WAITE
EL TAROT SABIDURÍA Y PODER. J.A. PORTELA

LIBROS DE LA ROSICRUCIAN FELLOWSHIP
(MAX HEINDEL)
CRISTIANISMO ROSACRUZ.
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS
Y RESPUESTAS (DOS TOMOS).
LOS MISTERIOS ROSACRUCES..
EL VELO DEL DESTINO.
ENSEÑANZAS DE UN INICIADO.
RECOLECCIONES DE UN MÍSTICO.
LA MASONERÍA Y EL CATOLICISMO.
LOS MISTERIOS DE LAS GRANDES OPERAS.
CARTAS A LOS ESTUDIANTES.
PRINCIPIOS OCULTOS DE LA SALUD Y DE LA CURACIÓN.
EL CUERPO VITAL Y EL CUERPO DE DESEOS.
TEMAS ROSACRUCES (DOS TOMOS).

LIBROS DE LA ESCUELA INTERNACIONAL DE LA ROSACRUZ DE ORO
(LECTORIUM ROSICRUCIANUM)
(J.VAN RUCKENBORGH Y CATHEROSE DE PETRY)
LA GNOSIS EN SU MANIFESTACIÓN ACTUAL
EL HOMBRE NUEVO
LA FRATERNIDAD DE SHAMBALA
ENSEÑANZA ELEMENTAL DE LA ROSACRUZ MODERNA
EL MISTERIO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE
LA LLAMADA DE LA FRATERNIDAD ROSACRUZ
TRANSFIGURACIÓN
NO HAY ESPACIO VACÍO
LA NUEVA SEÑAL
EL CAMINO DE LA ROSACRUZ EN NUESTRA ÉPOCA.


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