viernes, 2 de mayo de 2014

Yo soy Extraterrestre

Yo soy Extraterrestre

Ayer en un programa nocturno de una conocida cadena radiofónica dieron paso  a un joven que quería decir algo que consideraba de vital importancia acerca de los extraterrestres. Era una reflexión propia basada principalmente en sensaciones más que en evidencias racionales “Soy Extraterrestre”

Cuando lo escuché, en lugar de escandalizarme puse atención, dado que esa misma frase fue pronunciada por mí cuando era muy joven. Según este muchacho todas las personas que se sienten confortables en este Mundo pertenecen a él; es decir son de este Planeta y por el contrario aquellos que se sienten mal, como atrapados en una prisión, seríamos de fuera de aquí, de otro Mundo que, evidentemente, no es éste.

Al parecer la evidencia de ser extraterrestre proviene de un miedo patológico a todo lo que tiene con el vivir cotidiano. Los extraterrestres vivirían en un miedo  permanente a no se sabe bien qué. ¿A ser descubiertos quizá? Es posible.

Toda la información del Multiverso la llevamos dentro, grabada a sangre y fuego en nuestros genes. Esa información nos muestra que existen infinitos macrocosmos e infinitos microcosmos y solo algunos de ellos han logrado la consciencia de su realidad. Fíjense que digo de su realidad no de la Realidad. Los seres humanos nos consideramos el centro del Universo por poseer esa consciencia y decidir, de forma unilateral, que el resto de seres no la poseen.

El Multiverso es la emanación de un Ser Primigenio y Pleno que siempre existió y que jamás dejará de existir y del cual formamos parte intrínseca, tanto las entidades supuestamente sintientes como aquellas otras inmóviles y sin vida aparente.

Una de esas entidades, conocida como el Demiurgo, o el Tonto Yahveh,  organizó, que no crear, el Universo físico y cíclico en el que nacemos como cuerpos, vivimos como una Doble Entidad Físico-Espiritual y morimos como cuerpos; pero no como espíritus. De hecho, ni siquiera el Cuerpo desaparece tan solo se transforma, se recicla en todos y cada uno de su componentes químicos, minerales y orgánicos.

Nuestro Universo, que en principio debía ser una emanación perfecta del ser primigenio, quedó reducido a un mal organizado Sistema del Demiurgo que falleció en el mismo instante en que les sopló el aliento de su propio espíritu Eterno e Inmortal a las criaturas mortales conocidas como Ser Humano. Al Desaparecer el Demiurgo, la Corte de arcontes, ángeles o demonios, que trabajaban a sus órdenes quedó sin su Líder y desde entonces vienen actuando mediante un programa establecido que parece repetirse de continuo, dado que solo su Maestro conocía el Destino Final.

El Ser Primigenio comprobó como el Espíritu de parte de su estirpe, la que poseía el Demiurgo, al haber caído en la materialidad, cada vez que nacía una nueva Criatura Consciente, se dividía el Espíritu una y otra y otra vez en un ciclo temporal sin fin. Por otro lado, este error no parecía haber sucedido nunca antes y preveía que lo que algún día, según el libreto, finalizaría, sin embargo no lo haría. A cada nueva división, el espíritu eterno e inmortal se degradaba y perdía la memoria de su origen divino para convertirse en una anomalía. Un Ser dividido que aún, no siendo del mundo de la materia sin embargo se encontraba aprisionado en cárceles corporales que le impedían regresar al Ser Primigenio, por el solo hecho de no recordar cómo habían llegado a ser lo que eran.

Pero, la Pregunta del Millón ¿Qué tiene esto que ver con la opinión de nuestro protagonista noctámbulo de que se siente un Extraterrestre y que siente que hay muchos más como él en nuestro Planeta? Contesto con otra Pregunta ¿Todos los seres humanos poseemos el Espíritu del Demiurgo o solo una parte de la humanidad?

Solo una parte. Recordemos que en otro lugar dijimos que la Especie Humana está constituida por tres seres diferentes: Los Despiertos, los Dormidos y los Clones. Empezamos por el último. Los Clones son la Especie Humana Primitiva que fuera constituida por el Demiurgo para que gobernase sobre el resto de seres de su Universo; pero que aún no habían recibido el aliento de su espíritu inmortal. Digamos que, de algún modo, es el Primate evolucionado conocido como Homo Sapiens Sapiens. El segundo tipo de seres está constituido por los homo sapiens que recibieron el aliento de Yahveh y que por lo tanto poseen parte de su divina consciencia; pero por encontrarse extremadamente degradada por la división permanece como aletargada, dormida, sin consciencia. El último tipo de seres pertenece a esta segunda categoría; pero que por alguna causa fortuita o premeditada por el Ser Primigenio, han tenido la fortuna de despertar, de descubrir que no son lo que parecen ser.

Tanto los de la segunda como los de la tercera categoría, que como hemos visto no es estrictamente una tercera categoría, poseen una parte que pertenece a este Mundo y que es cabalgada por otra parte espiritual que no lo es; por decir de algún modo es extraterrestre. Más aún extra universal, pues ni siquiera forman parte de la materia del Universo en el que vivimos.

Por lo tanto, es un error pensar que todos somos hijos de Dios. Recordemos el pasaje de la Biblia que dice que “A los hijos de Dios les gustaron las hijas de los hombres y amancebándose con ellas tuvieron como descendientes a los gigantes y héroes de antiguas épocas". 

También se dice que habrá una Tierra nueva donde los hijos del hombre morarán eternamente y cielos nuevos donde regresarán los hijos de Dios y que no son otra cosa que el Espíritu que cediera a la Especie Humana, el Tonto Yahveh.

La Diferencia entre los Hijos de Dios y los Hijos de los Hombres, no se encuentra en el ADN que es indiferenciable sino en su Espíritu y que como decía, muy acertadamente, el radio oyente nos hace ser conscientes de que no pertenecemos a este mundo, de que tan solo somos peregrinos de paso que algún día deberemos regresar a nuestro verdadero hogar; por lo tanto, podríamos algunos de nosotros decir con él: "Yo no soy Humano, soy Extraterrestre"

Aralba


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