lunes, 19 de octubre de 2015

El Mensaje Reencontrado - LIBRO XXI


LIBRO XXI

Muchos serán purificados, blanqueados
y puestos a prueba; y los malvados harán
el mal y ningún malvado comprenderá,
pero los inteligentes comprenderán.
DANIEL

Han perecido porque no poseían la
verdadera ciencia. Han perecido a causa
de su locura.
BARUCH

VUE NITRÉE 
LA ESCARCHA
1. Un solo versículo desencadenará
vocaciones y una sola palabra devolverá
almas a Dios. Entonces, ¿qué no hará todo
el Libro en el espíritu y en el corazón de
los creyentes?
1'. El más pobre es como el más rico en
este mundo ante el secreto de Dios.
Sin embargo, el pobre no está tentado
de dispersarse en las complicaciones
onerosas que extravían al rico buscador.
2. Dios nos ha engendrado de su
substancia y de su esencia puras, y
nosotros nos hemos tirado estúpidamente
al lodazal de la muerte.
2'. Si se lo pedimos con tenacidad y con
amor, el Señor puede retirarnos de la fosa
de perdición donde agonizamos aquí
abajo.
3. Satán ha sido engañado por la
apariencia de Adán, por eso el Señor ha
permitido que Adán sea engañado por
Satán por medio de las apariencias del
mundo, y que los hijos de Adán sufran la
misma prueba turbadora.
3'. Los que han caído en las tinieblas y se
levanten de nuevo en la luz serán
establecidos para siempre en la gloria de
Dios.
4. Los incrédulos dicen: «Este libro no es
nada», pero nosotros decimos: «Es un
monumento que los creyentes del cielo y
de la tierra visitarán con veneración,
mientras que el nombre de los negadores
habrá desaparecido para siempre de la
memoria de Dios y de los hombres».
No nos juntemos con los impíos, ya que
no se convertirán en creyentes, sino que
nos volverán impíos.
4'. Confesémonos así al Altísimo: «Me
acuso de haber caído aquí abajo por mi
culpa y de encontrarme en el estado
lamentable en que me ves, pero quiera tu
voluntad liberarme del horrible barro del
pecado de muerte y quiera tu voluntad
revestirme de tu santa luz de vida, ¡oh,
Misericordioso!, cuyo corazón es una
hoguera de perdón y de amor, tú, eterno
Amante de almas amadas».

5. En este mundo ciego, un barrendero
está mejor considerado que un profeta, ya
que parece menos inútil que quien anuncia
a los hombres la verdad de Dios. Este es
despreciado por los suyos y pasa por
holgazán incurable a los ojos de todos.
5'. He dudado de los cuidados y de la
ayuda de mi Señor, y él me ha satisfecho
generosamente en lugar de reprenderme y
castigarme por mi fe vacilante. ¡Oh, cómo
cuidas mi debilidad!, ¡oh, cuánta paciencia
tienes con mi estupidez!, ¡oh, cómo
iluminas mi lodazal, Señor atento y
oculto!
6. Cristo quiere liberarnos de la fosa de
inmundicias donde hemos caído, mientras
que el anticristo quiere instalarnos en ella
para siempre. He aquí la acción de Dios y
he aquí la de Satán, aquí hay una
diferencia fundamental que debe separar
de una vez por todas a los creyentes, que
esperan en la acción de la naturaleza
divina, de los impíos endurecidos, que
sólo cuentan con el trabajo de sus manos
para salvarse.
6'. ¡Oh, Señor todopoderoso y
misericordioso!, quita el saco que nos
ciega y ensordece, rompe la canga que
aprieta nuestros cuellos y nuestras manos,
y desanuda las ligaduras que traban
nuestros pies para que caminemos en tu
luz de vida publicando tus bondades y
elevando nuestras manos en ofrenda hacia
tu santísima faz. ¡Loado seas, tu, que nos
liberas del afuera por lo de dentro, oh,
Viviente, pues ridiculizas toda muerte para
siempre!
7. ¿Cómo nos mantendrá el Señor si no
cuidamos a los seres de los que estamos
encargados aquí abajo? ¿Cómo nos
descargará de los fardos demasiado
pesados la mano de nuestro ángel si
cargamos a los demás sin medida?
7'. Quien maltrata o descuida a un niño, a
un animal o a una planta se excluye de la
bendición de Dios y cae al azar de la
piedra y de la fosa. Sin embargo, el niño
que nos pega será azotado, el animal que
nos ataca será abatido, la planta que nos
desgarra será cortada y quemada.
8. Las máquinas son estúpidas, y
su estupidez siempre nos arrastrará
demasiado rápido y demasiado lejos de la
contemplación del Único y de su búsqueda
santa.
8'. No recriminemos continuamente lo que
nos desagrada: abandonémoslo más bien y
contentémonos con el pan de la tierra y
con el agua del cielo con el reposo y la
alegría del Perfecto.
9. Todos mis amigos se acuerdan de mí y
me alegran con sus dones y sus buenos
pensamientos sin que yo haga nada por
ellos. Así, el Señor, que me colma de
su alegría y de su amor, me recuerda
amablemente que soy tan indigno de sus
gracias como de sus risas.
9'. Me he desecado durante mucho tiempo
sobre la arena muerta, pero, cuando el
rocío del Señor me ha bendecido, he
reflorecido en el secreto aéreo de la nieve
y he madurado en el peso del oro
depurado.
«¿Si el Espíritu de Dios está con
nosotros, quién podrá oponerse a nuestra
predicación en el mundo?»
10. Guardémonos mucho de identificarnos
con las cosas defectuosas que hacemos
cotidianamente, a fin de no ser llevados a
defender lo indefendible ni a justificar lo
injustificable.
10'. Los profetas del Señor han sido
infamados por sus allegados y perseguidos
por su pueblo únicamente porque jamás
han transigido en lo que concierne a la
verdad revelada de Dios.
11. Nunca discutamos vanamente para
tener razón; más bien, interroguemos con
humildad y luego experimentemos la
verdad de la respuesta en nuestro espíritu
y en nuestro corazón.
11'. ¡Oh, Preciosísimo!, danos la
inteligencia de las sentencias misteriosas
enunciadas por los Sabios de tu casa y haz
florecer nuestra vida oculta.
12. Cuando los clérigos dejan caer la
antorcha de Dios, corresponde a los
creyentes recogerla y volver a colocarla
sobre el altar para que ilumine de nuevo al
mundo entenebrecido.
12'. Para los que están en el poder, es más
inteligente y más ventajoso, poner a
prueba y adoptar a los que tienen la
inspiración y los reprenden, que ahogar su
voz por el silencio o hacerlos desaparecer
por la violencia.
13. Y los clérigos que han permanecido
despiertos y fieles a su Señor, deben
ayudar a estos creyentes a restaurar el
verdadero culto de Dios, que se realiza
dentro del corazón de los hombres, en
lugar de formar cuerpo con la frigidez
invasora de las piedras muertas.
13'. Ya que la verdad de Dios siempre
vuelve a salir triunfalmente de la
prisión tenebrosa donde los pusilánimes
la relegan, y siempre germina
irresistiblemente de las cenizas con que
los malvados la recubren.
14. Por su mediocridad satisfecha
y su hipocresía repulsiva, algunos
«bienpensantes» asquean incluso a los
impíos. ¿Cómo no repugnarían también a
los buscadores del Único? Y ¿cómo
podrían ser conocidos por Dios?
14'. Si «amamos» verdaderamente, ningún
mal nos alcanzará y la libertad, la alegría y
la paz del Único habitarán en nosotros
para siempre. «Los hijos de Dios
florecerán en la paz del Señor, mientras
que los rebeldes perecerán y se desecarán
en ella sin retorno». He aquí la marca y he
aquí el juicio.
15. Sean cuales sean nuestros extravíos y
nuestras faltas, volvamos sin cesar a la
búsqueda del Único sin desanimarnos y
sin dudar del final.
15'. ¡Oh, mi Señor!, hablas a mi alma y
todo lo demás se borra, ya que tu plenitud
se establece en mí e invade el cielo y la
tierra.
16. Dejemos de combatir en el mundo
para amontonar riquezas, ya que la hora
llega, y ha llegado ya, en que deberemos
abandonarlo todo y en que sólo tendremos
para comparecer ante la justicia nuestros
buenos pensamientos, nuestras buenas
acciones y nuestro reposo en el Único.
16'. En la búsqueda de Dios, sólo
hallaremos hermanos que nos ayudarán
amablemente, mientras que persiguiendo
el mundo, sólo tendremos que habérnoslas
con competidores que nos combatirán
duramente. Fijémonos bien en esto y
mantengámonos alejados de las vanas
polémicas.

17. Examinados desde fuera, los rosetones
de las catedrales sólo dejan ver su
osamenta, pero, vistos desde dentro, su
resplandor ilumina al creyente. Así, la
palabra de vida oída desde fuera sólo deja
ver el hueso de la verdad, mientras que
esta misma palabra percibida desde dentro
hace saborear la médula nutritiva del
creador de todas las cosas.
17'. ¡Oh, importantes!, ¡oh, poderosos!,
¡oh, ricos!, ¡oh, sabios!, ¡oh, inteligentes!,
¿qué aportáis al Señor que cuestionáis con
tanta jactancia? O bien, ¿qué ofrecéis a la
humanidad de la que os prevaléis con tanta
impudencia?
Palabras vanas que se reúnen con el
silencio de la muerte, y obras vacías que
se pudren en la superficie de la tierra.
18. El Libro ha germinado en un hombre
considerado por algunos como inútil,
perezoso, rebelde, orgulloso e incluso
impío, ya que el humor del Perfecto se
complace en realizar grandes cosas con
instrumentos irrisorios.
18'. El Libro brillará sobre el mundo como
un sol, y cuando haya vuelto al Único, su
luz y su calor aún serán perceptibles
mucho tiempo en el corazón de los
hombres.
«Roguemos para que aquel que nos lo ha
dado repose en la paz adorable del centro
del Único».
19. Buscamos las dos columnas del
Templo y las tenemos ante nuestros ojos
y al alcance de nuestras manos, pero
nuestros corazones están oscurecidos por
el pecado de la caída y la verdad de Dios
se ha retirado en el pozo del abismo.
19'. Separa lo que está unido y las tinieblas
te harán ver el comienzo de la obra. Junta
lo que está separado y la luz te conducirá
al final de la obra divina, que es el sol
glorioso.
20. El agradecimiento hacia el creador es
lo que más raramente se encuentra en
la humanidad caída; los animales son
unánimes en saludar su imagen, pero
nosotros no enrojecemos de vergüenza por
ser los únicos en despreciarla aquí abajo.
20'. Si no vamos audazmente hacia el
Señor con los ojos cerrados, el Señor no
vendrá a nosotros y no quitará la venda
que nos ciega y que impide nuestra
aproximación a la luz asombrosa del
Único.
21. Los símbolos de los misterios de
Dios pueden ser propuestos a todos los
creyentes, pero los misterios de Dios
deben estar reservados únicamente para
los hombres santos y Sabios. Las mujeres
están opuestas a ello por naturaleza.
21'. La inconstancia de Eva ha arrastrado a
Adán fuera del Edén. La constancia de
Adán reconducirá y convertirá a Eva
dentro del seno de Dios.
22. Los incrédulos no oyen al Señor
porque no son los primeros en hablar a
Dios. ¿Cómo les abriremos el corazón y la
boca si el Señor en persona no nos ayuda?
Ya que el orgullo es una coraza
impenetrable bajo la cual la vida agoniza,
y nadie, salvo Dios, puede romperla desde
fuera o fundirla desde dentro.
22'. ¡Oh, tentación incomprensible!, ¡oh,
misterio vertiginoso!, nos negamos a
juzgar y nos tumbamos a tierra llorando a
nuestros hermanos perdidos, hasta que el
Señor nos retire por la sola potencia de su
amor, ya que no podemos más que esperar
gimiendo la conversión de los extraviados
y el perdón de Dios.
23. Roguemos para que el ángel de
la muerte nos encuentre alabando y
bendiciendo a Dios en la hora de la
separación y de la reunión.
23'. Alabemos a Dios y confesémonos en
nuestros corazones ante el Señor para que
nos lave del barro invasor del pecado de
muerte.
24. Cuando flotemos sin esfuerzo en la
luz de vida, nos alegraremos en Dios,
pero lloraremos recordando a nuestros
compañeros y compañeras incrédulos que
se estancarán en la agonía de las bestias.
Sólo la suerte de los hipócritas nos dejará
indiferentes.
24'. ¡Oh, hermanos amados que leéis esto!,
convertios en vuestros corazones mientras
el tiempo aún se os cuenta. Dejad de
agitaros en el viento de la noche y
considerad con atención el final de todas
las cosas, a fin de no dejaros seducir por
las apariencias de este mundo
25. Nuestros corazones están impacientes
ante el éxito de los impíos, pero nosotros
hemos escogido la recompensa de vida
del Señor y nuestra esperanza no será
defraudada.
«Los insensatos sirven al mundo que les
despacha la muerte, los creyentes sirven a
Dios que les prodiga la vida».
25'. El ángel del Señor estaba en mí y me
presionaba por todas partes para que
proclamara la verdad del Único: «Pues,
me decía, muchos oídos están ahora
atentos dentro de la Iglesia y fuera de la
Iglesia».
26. Sólo hemos propuesto la verdad de
Dios, pero los mediocres y los pusilánimes
se han asustado ante la crudeza de la cosa
y se han atrincherado tras su ciego juicio.
26'. No nos corresponde vestir la verdad
de Dios para seducir a los incapaces.
Sólo nos corresponde presentarla en su
desnudez, a fin de que se juzguen ellos
mismos escandalizándose y rechazándola
lejos de sí.
27. Los que son capaces de escrutar la
verdad de Dios, incluso a través del horror
de la muerte, son los únicos que merecen
ver brillar la lámpara del Perfecto.
27'. ¿Quién ligará el espíritu?
¿Quién encarnará el alma?
¿Quién purificará el cuerpo?

27". ¡Oh, divino sol de Dios, nos siembras
en la muerte, nos haces crecer en la vida y
nos estableces para siempre en tu gloria
sin par!

28. No temamos desarrollar mucho tiempo
nuestras raíces en las tinieblas de la fe
nutritiva, ya que, cuando germinemos en
la luz de Dios, ninguna tempestad podrá
abatirnos y el peso de nuestro crecimiento
en el cielo no podrá hacernos caer en el
abismo.
28'. El servidor fugitivo y despreciado que
nutre misteriosamente al mundo, se ha
vuelto el maestro fiel y preciosísimo que
nutre en secreto a los elegidos de Dios.
¿Quién verá lucir el verbo? ¿Quién
palpará la luz? ¿Quién saboreará el
perfume? ¿Quién? ¿Quién? ¡Oh!, ¿quién
encarnará a su Señor en un corazón
depurado?
29. Huyamos de las personas apresuradas
y agitadas, pues su corazón está cerrado a
la voz del Altísimo y su locura es
incurable.
29'. Si nuestra vida interior no crece en
la medida en que decrece nuestra vida
exterior, el día del juicio sólo tendremos
como herencia la mugre de la muerte.
30. Basta con un ascua para inflamar una
montaña de combustible, como basta con
un santo para hacer germinar una multitud
de creyentes, así también, basta con un
sólo Hijo de Dios para renovar y salvar la
creación exiliada.
30'. El pequeño guijarro de Dios vale
infinitamente más que todas las montañas
de la tierra y que todas las nubes del cielo.
¿Quién lo descubrirá antes de que el velo
se desgarre sobre la creación oculta?
31. El orgullo es estar colmado de dones y
de riquezas y no alabar a Dios; o bien,
morir de miseria y de desesperación y no
pedir nada a Dios. El primer orgullo aún
puede recibir la lección de la desgracia,
pero el segundo no cedería ni ante la
abundancia de los dones del Señor.
31'. Los impíos declarados y los religiosos
disfrazados tachan el Libro de «tonterías»
y de «blasfemias», pero ¿qué dirán cuando
sean irremediablemente aplastados bajo el
peso de la piedra manifestada?
¡Desgraciadamente, la papilla de
hombres no habla!
32. Todos los prudentes editores han
rechazado el Libro, pues la palabra de
Dios no es rentable, según parece.
Desgraciadamente tienen razón, pues el
número de los amantes de Dios se
ha vuelto imperceptible en el mundo.
Desgraciadamente, se equivocan, pues la
palabra del Señor es lo más rentable de
todo, ya que da la vida a los inteligentes
de Dios.
32'. Volveremos a salir de la tierra como
setas bajo la lluvia celeste, y el Señor
recogerá a unos para establecerlos en su
jardín y abandonará a los otros a la
podredumbre de la tierra extranjera, como
hace un jardinero juicioso que sabe
distinguir lo que es bueno de lo que es
malo.
33. El Señor es cruel, pues se burla incluso
de sus santos. Los sumerge en las
tinieblas, los ridiculiza, los humilla hasta
que sean como cadáveres entre sus manos
milagrosas que dan la vida a los muertos.
33'. Estemos atentos a los despreciados, a
los débiles y a los sencillos, ya que, a
menudo, el Señor se mueve y germina
misteriosamente en ellos.
«¡Oh, santa humildad!, ¡oh, santo barro
del abismo!, ¡oh, santo caos del
comienzo!»
34. ¡Qué mala suerte para los que
desprecian el Libro y juzgan sórdidamente
al que lo ha escrito bajo el soplo del
Señor! ¿Qué pensar de los que desgarran
el alma y de los que pierden la paciencia y
pegan?
34'. Los creyentes libres salvarán la Iglesia
de Dios, que los religiosos dejan zozobrar
miserablemente en los asuntos y las
pasiones del mundo. La restablecerán en
su pureza fraternal antes del juicio de
Dios.
35. El Señor zanjará su desavenencia, y su
juicio será un ejemplo para los que creen.
35'. Si la riqueza del Señor nos habita,
nuestra pobreza en el mundo nos resultará
ligera y saludable.
36. Satán no perdona y nos pisa los
talones, y la mujer rebelde sigue siendo
el principal instrumento que utiliza
para desesperarnos y condenarnos aquí
abajo. ¡Desdichado verdugo, desdichado
ajusticiado, desdichado instrumento de
suplicio!
¡Oh, Señor!, ten piedad de nosotros y
libéranos de la malicia y de los golpes del
demonio irreductible. Sálvanos por la
gracia de la Madre celeste sumisa a tu
amor fecundante.
36'. Sin saberlo, Satán nos reconduce
hacia Dios a puntapiés en el trasero, y por
eso, incluso desgarrados y revolcados en
el barro, debemos volvernos con confianza
hacia el Señor de perdón, que nos salvará
y nos restablecerá en su reino de paz por la
gracia de su amor, que es inconmensurable
y loco.
37. No nos asociemos nunca con criaturas
sin generosidad ni grandeza de alma, pues
al final seremos despreciados y oprimidos
hasta morir sin provecho para nadie, y
forzados a huir de su maldad ciega y
sorda, so pena de caer en la esclavitud de
la Bestia.
37'. ¡Oh, Señor todopoderoso!, aleja de
nosotros los corazones miserables que
segregan el odio y rezuman la bajeza del
infierno. Libéranos de la infame pequeñez
de los mediocres y de la envidia corrosiva
de los malvados.
38. No hay gran premio de la fortuna aquí
abajo para los supervivientes del Señor,
sino sólo el desprecio, las injurias, los
golpes y la pobreza en el exilio.
38'. Lo que está asegurado son pocos
deseos, pocas preocupaciones y pocos
cuidados en el mundo, con la presencia
consoladora del Señor de verdad y de vida
dentro de uno mismo.
39. El sufrimiento es un aguijón que
acciona a los inteligentes de Dios hacia la
apacible morada del Único, pero ¿dónde
tomar aliento en esta ruta escarpada?
39'. ¡Oh, Señor mío!, nuestras derrotas son
demasiado persistentes aquí abajo, y si tú
no vienes a socorrernos nos tumbaremos
en el polvo y moriremos ante tu faz.

39". ¿Quieres ver a los malvados
regocijarse rompiendo nuestros huesos?
¿Quieres verlos triunfar insultando tu
santo Nombre?

40. Los santos del Señor son los únicos
que ven lucir su justicia en el cielo; en
cuanto a nosotros, tenemos que caminar
según la brújula de la fe en las tinieblas
del mundo y, a menudo, nos tienta la
pregunta de si los impíos, que se burlan de
nosotros y viven la vida presente, no son
más sagaces que nosotros, que esperamos
lo imposible y creemos lo increíble.
40'. Satán nos ciega con toda clase de
astucias y espejismos, y nos desanima
con toda clase de golpes y caídas.
Permanezcamos, pues, en la santa
comunidad de los hijos de Dios y
sujetémonos a la cadena del amor, para
que el matador de almas no nos encuentre
aislados y expuestos como ovejas errantes.
41. Aceptaremos todo lo que se ofrece y se
da, y dejaremos todo lo que se niega y se
resiste. Así cumpliremos la voluntad de
Dios, que nunca violenta nada ni a nadie.
«El que se apodera es un criminal, el que
recoge no es más que un parásito de
Dios».
41'. Molido a golpes, loco de dolor, ebrio
de desespero, heme aquí como un hombre
estúpido que adora a su Señor llorando
en el polvo. Escandalosa estupidez,
desarmante estupidez, turbadora estupidez,
bienaventurada estupidez, triunfante
estupidez que hace brotar la luz de las
tinieblas.
42. Os decimos claramente esto: Habéis
caído en el fango y habéis sido revestidos
de una piel de bestia. Si actuáis como los
ángeles que han permanecido en la patria
celeste, Dios os reconducirá a él y
gozaréis de su santo reposo en su luz de
vida; pero si os comportáis como rebeldes,
Satán os hundirá para siempre en la
bestialidad ciega y sorda, y vuestros
aullidos de condenados no atravesarán la
capa de muerte que os rodeará por todas
partes.
42'. ¡Qué alegría haber escrito el Libro y
qué seguridad oír la voz del Señor que nos
aprueba!
¡Oh, qué recompensa desbordante será la
nuestra cuando la multitud de almas
benditas venga hacia nosotros, para que
las entreguemos como homenaje en manos
del Perfecto! El escogerá y comerá las que
lo hayan comido para que la unidad del
corazón único se realice en Uno. En
cuanto a las demás, las establecerá en su
jardín de delicias como estrellas en el
cielo.

42". El Único se divide y el Único se
vuelve a unir, y cada cual emite su
pequeño juicio acerca del porqué y del
cómo que desconoce, en lugar de alcanzar
la unidad del Uno y permanecer en ella
hasta el día de la elección del Único.

43. Cuando los impíos y los malvados del
mundo nos desanimen, releamos el Libro
del Único, y la vía triunfal brillará en
nuestros corazones.
Entonces, la risa de nuestra alegría
extrañará y escandalizará a los ciegos
llenos de la seguridad de sus tinieblas, y
los prestigios de la muerte misma nos
parecerán vanos.
43'. Cuando hayamos puesto un libro santo
en un corazón generoso, habremos
sembrado el grano de oro que germinará y
abrasará el cielo y la tierra, pero si
el corazón está seco no debemos
desanimarnos, ya que la luz del Señor tal
vez reposa en aquellos que están cerca de
él, esperando el libre rocío del Único para
florecer y aparecer en el mundo del amor.

44. El corazón estéril está celoso de toda
amistad, incluso del amor de Dios, ya que
abraza como el pulpo que chupa la vida
hasta la última gota y rechaza el despojo
vaciado. Huyamos, pues, de los malvados
que aman sólo para ellos mismos y nunca
para Dios, ya que lo toman todo y no dan
nada.
44'. Tu padre, tu madre, tus hermanos, tus
hermanas, tu compañera, tus hijos y tus
amigos pueden volverse contra Dios y
agobiarte con sus malos pensamientos y
sarcasmos. No te corresponde juzgarlos,
pero puedes huir de ellos tan aprisa y tan
lejos como te lleven tus dos piernas, ya
que el Señor te acompañará y reemplazará
ventajosamente a tu familia de vanidad.

44". Después de las lágrimas corrosivas de
la amargura, he aquí las dulces lágrimas
de la alegría desbordante, ya que la
abundancia del don de nuestro Señor hace
fluir el agua prisionera de nuestros
corazones, y su amor la condensa en una
piedra santa y preciosa.

45. Cuando hube pegado la rebelde a la
vía del Altísimo, pensé ser privado de mi
Señor por mucho tiempo, pero él se
desbordó al instante dentro de mi corazón
en revelaciones magníficas y en amorosos
consuelos; y mi asombro fue grande al ver
que, habiendo pegado así, mi corazón
estaba aún más abierto por dentro.
«El Señor puede incluso convertir las
piedras, si le place».
45'. Oigo la voz de mi Señor y transcribo
la palabra de mi Señor.
¿Hay una recompensa más maravillosa?
- Veo la luz de mi Señor y como la vida
de mi Señor.
¿Hay un don más adorable?
- Nado en el amor de mi Señor y reposo
sobre el corazón de mi Señor.
¿Hay un estado más divino?
46. Cuando hube renunciado a mis
pequeños bienes en el mundo, mi Señor
me inundó de riquezas en mi corazón, y
conocí que, habiéndolo perdido todo en la
tierra, lo había ganado todo en el cielo.
«¿Acaso no se ha de tirar el lastre
muerto para que el globo vuele en la
libertad de los cielos y alcance la isla de la
felicidad?»
46'. Los nombres de los héroes del mundo
y los nombres de los creyentes se borrarán
de las piedras, de los monumentos y de
la memoria de los hombres, pero los
nombres de los santos profetas y de los
Sabios amigos de Dios permanecerán
grabados para siempre en la piedra celeste
y vivirán la eternidad en el corazón del
Único.
47. Roguemos para que los malvados que
nos rodean se conviertan en su corazón y,
si persisten en sus juicios miserables,
huyamos de ellos y roguemos por los que
buscan a tientas al Señor en sus corazones
doloridos e inquietos, para que la luz del
Santísimo germine en ellos y para que
ilumine su ruta hasta el final de su
búsqueda.
47'. Si sucede que suspendemos nuestro
trabajo en el mundo para rogar y alabar a
nuestro Señor magnífico, ello no nos
ocasionará ningún mal, a pesar de las
amenazas de los impíos y a pesar de los
golpes de los malvados, ya que la menor
alabanza al Altísimo vale más que todos
los trabajos de los hombres reunidos aquí
abajo. «¡El Libro bien ha sido juzgado
como una holgazanería por los ciegos y
los sordos de este mundo!»
48. ¿Quién ha encontrado el santo cáliz?
¿Quién ha abierto el vaso sellado?
¿Quién ha mirado en el secreto?
¿Quién ha bebido en el manantial?
¿Quién ha caído en el cielo?
¿Quién ha muerto en la vida?
¿Quién ha resucitado en el amor?
¿Q uién está establecido en el
conocimiento?
¿Quién reposa en la paz del Perfecto?
¿Quién se ha vuelto UNO con aquél que
ES?
48'. Muéstranos a éste, Señor
misericordioso, para que besemos sus pies
y sus manos y le sigamos ciegamente
hasta tu jardín secreto, hasta tu casa oculta
y hasta tu corazón virginal y santísimo,
donde la alegría de vida danza
eternamente en torno a tu amor inmutable.
49. ¡Oh, mi Señor!, eres mi padre y
mi madre, eres mis hermanos y mis
hermanas, eres mi compañera y mis hijos,
eres el bien y el amigo indefectible que se
acuerda de sus bienamados en este mundo.
49'. Henos aquí a los ojos del Señor como
una ceniza que él no desdeña fecundar y
conducir a la eternidad de su paz. «¿Quién
comprenderá el amor del Todopoderoso
por su criatura naciente?»
50. ¿Cuántas mujeres no habrían llorado
de alegría al descubrir un compañero que
buscase asiduamente a su Señor, y le
habrían ayudado y servido con amor y
agradecimiento?
50'. Lo que hayamos negado y combatido
nunca podrá pertenecernos. Tengamos
mucho cuidado con lo que pensemos y
digamos acerca de la resurrección y del
juicio anunciados por los profetas.
51. La que Dios nos dio ha dudado de
nuestra búsqueda y se ha rebelado en su
corazón.
«El Señor es celoso con sus bienamados
y no permite que su amor se extravíe en el
mundo, pero cualquiera puede convertirse
a él si lo desea en su corazón».
51'. Ya que la realización de la cosa
cerrará irremediablemente las puertas de la
salida y las de la entrada. ¡Pensemos
mucho en ello, antes del estrépito de los
cerrojos y de las trancas que marcará el
tiempo de la elección irrevocable!
52. Reconoceremos a los impíos
endurecidos en que son duros consigo
mismos y con los demás, en que están
llenos de valor hacia las cosas del mundo
y en que sólo cuentan con ellos mismos y
con el trabajo de sus manos para instalarse
y organizarse aquí abajo.
52'. ¡Ojalá puedan, algún día, alargar la
mano humildemente y meditar sobre su
debilidad, así como sobre la potencia de la
Providencia de Dios, que lo hace crecer y
madurar todo sin el trabajo de los
hombres!
Pero ¿acaso comprenderían?

53. Desconfiemos de los impíos que,
habiendo negado a Dios durante toda su
vida, despreciado sus enseñanzas y
escupido sobre los suyos, les invade el
miedo en su vejez e intentan hacerse un
seguro dotando obras religiosas o
construyendo y decorando capillas, pues,
sigue siendo sus nombres lo que intentan
imponer orgullosamente a Dios y a los
hombres, y no son sus corazones lo que
ofrecen con arrepentimiento al Señor
clarividente.
53'. Si no tenemos la inteligencia de
proceder de otra manera, realicemos
nuestras tonterías en el mundo, pero al
menos demos las gracias alguna vez a
Dios en nuestros corazones por la vida
que nos consiente aquí abajo con su
paciencia y generosidad; y cuando veamos
algo bello, grande y noble en el
mundo, abandonemos nuestros débiles
pensamientos y alabemos al Señor por ese
pequeño reflejo de la obra admirable y
secreta que se realiza ante nuestros ojos de
ciegos.
54. Su astucia y su hipocresía no
los salvarán si no entran humilde y
sinceramente en el camino de la penitencia
que el Misericordioso les ofrece.
54'. ¡Qué importa que nuestras manos
estén vacías de las obras del mundo, con
tal de que nuestros corazones estén llenos
del amor de Dios!
55. Algunos prosiguen en secreto la
búsqueda de Dios más allá de los símbolos
y de las figuras, porque tienen sed de la
realidad que se ve, que se toca y que se
come. ¿Quién podría reprenderlos y quién
osaría excluirlos de la Iglesia universal del
Señor sapientísimo?
55'. Si no encarnamos al Altísimo en
la pureza de nuestros corazones, no
palparemos el cuerpo del Señor aquí abajo
y no entraremos vivos en su eternidad y en
su paz magníficas.
56. «Son discípulos de Jesús, pero en
secreto por temor a los sacerdotes», dice
Emmanuel. Pero ¿acaso esto no ocurría ya
en tiempo de Jesús? Y ¿acaso esos
discípulos no estaban en Dios antes de
estar en la historia?
56'. ¿Quizá no han dicho nada porque
sabían demasiadas cosas sobre Dios y no
bastantes sobre el mundo? ¿O bien porque
su Señor no les ha mandado hablar ni
darse a conocer? Pero, ciertamente, nunca
han desaparecido por completo.
57. Todo se derrumbaba en mí y alrededor
mío, pero en mi corazón el Señor me
indicaba que me riese con él y que no
creyera en la desgracia, y mi asombro y mi
alegría eran ilimitados, como el desespero
desvanecido.
57'. Los inteligentes y los sabios del
mundo, ¿querrán también explicarnos el
Libro que hemos escrito bajo la
inspiración del Señor de alta ciencia y de
gran amor? Es para hacer reír a los ángeles
y a los santos en el cielo.
58. Los trabajadores y los despabilados, a
veces tienen éxito en el mundo, pero pocas
personas parecen darse cuenta de que es
para llegar al mismo punto de ignorancia y
de pobreza que los holgazanes y que los
incapaces ante la muerte y la vida futura,
ya que la impiedad los ciega a todos por
igual y los clava en la corteza de las cosas.
58'. Incluso destrozados y desesperados,
¿adonde iremos si no es a nuestro Señor
de compasión? Pues ¿quién nos aceptará
en este estado lamentable si no es el
Generoso y el Misericordioso, que
consuela, que colma y que cura de la
muerte?
«Si nos borramos sinceramente, Dios
nos sacará a la luz, pero si pretendemos
brillar, nos sumergirá en las tinieblas del
olvido».
59. El día de la revelación del juicio,
veremos con asombro que todas las
Escrituras santas diferían en las palabras,
pero que enseñaban el mismo misterio de
resurrección y de vida eterna en Dios.
59'. Señor, lloramos de alegría escuchando
tu música que habla a nuestras almas y las
consuela del exilio de la muerte, pero es tu
santo rocío lo que nos libera del abismo de
perdición y nos hace reflorecer en tu luz
maravillosa, donde la alegría celeste
habita por la eternidad.
60. Han sido necesarios siglos y legiones
de buscadores para hacer aparecer la
ciencia de los hombres en el mundo, pero
basta con un momento y un sólo inspirado
para recordar la ciencia y el amor de Dios
en el corazón de los creyentes.
¿No nos daremos cuenta de esto y no
estaremos asombrados y conmovidos por
la llamada del Señor?
60'. El que se sumerge en la santa luz del
Señor de vida olvida su razón y su juicio
en este mundo, al igual que quien cae en
las tinieblas de la locura. Pero el primero
avanza con seguridad hacia la unidad del
Único, mientras que el segundo se
dispersa en la muerte muy opaca de la
corteza.
61. No somos «divertido», dicen los
impíos del mundo. Pero ¿cómo podríamos
serlo cuando vemos el infierno abierto
bajo sus pasos de ciegos tranquilizados?
61'. No somos «fácil», dicen los creyentes
de este mundo. Pero ¿cómo podríamos
serlo cuando anunciamos los misterios de
la triple resurrección y los del juicio
equitativo?
62. El tiempo se acerca, y ya está aquí, en
que los creyentes se ocuparán de nuevo de
las cosas de Dios y dejarán las cosas del
mundo a los impíos.
62'. La acción de Satán no se limita a
alejar a los creyentes de la fe y del amor
de Dios, consiste también en alejarlos de
la búsqueda de los misterios y de la
ciencia de Dios.
63. Buscaremos a los hombres más
dotados y a los más capaces según sus
obras y según sus éxitos en el mundo para
gobernar y organizar al pueblo y la nación;
y eliminaremos despiadadamente a
los incapaces y a los mediocres, que
pretenden realizar para todos lo que no
han podido lograr para ellos mismos.
63'. Buscaremos a los hombres más Sabios
y a los más santos según sus predicciones
y según sus vidas en el mundo para dirigir
y mantener al pueblo y la nación; y
eliminaremos despiadadamente a los
ciegos y a los sordos, que pretenden
imponer a todos lo que no han visto ni
oído por ellos mismos.
64. No hemos escogido escribir el Libro ni
predicar la verdad de Dios; es el Señor
quien nos ha escogido y se ha lanzado
sobre nosotros sin avisar, como el águila
que arrebata su presa y la eleva al cielo. Si
el Señor nos soltara ahora, volveríamos
a caer pesadamente en tierra y no
habría más que un saco de huesos
entremezclados, mudos y estúpidos.
Realmente, todos estamos en la mano de
Dios; algunos lo creen, pero muy pocos lo
experimentan aquí abajo.
64'. Hoy mismo, si lo quiere, Dios puede
retractarse y humillarnos hasta el polvo,
ridiculizándonos ante todos, creyentes e
impíos, sabios e ignorantes, inteligentes y
brutos, pero permaneceríamos vuelto hacia
su santa faz e, incluso recubierto de barro,
alabaríamos su santo NOMBRE sin dudar
de su sabiduría y de su misericordia, pues
el amor que ha implantado en nosotros no
es de los que uno se deshace fácilmente.
65. ¿Cómo habríamos pensado por
nosotros mismos en escribir un Libro que
nos ha tomado los doce mejores años de
nuestra juventud según el mundo, que ha
exigido mil cuidados y retirarse de la vida
que nos rodea, que ha provocado el juicio
y la rebelión de los nuestros, que nos ha
valido la pobreza que nadie quiere aceptar,
que deja indiferente al mundo, que aburre
a nuestros allegados, que ofende a los
religiosos, que nos hace pasar por
desequilibrado y que sólo engendra, hasta
ahora, el silencio y el abandono? ¿Cómo
habríamos pensado por nosotros mismos
en perder nuestra vida en este mundo para
ganarla en Dios?
65'. ¡Oh, Señor de misericordia y de paz!,
permite que ahora nos ocultemos y que
desaparezcamos detrás de ti, permite que
terminemos tu obra en el secreto y en el
reposo antes de que los imbéciles, que
dejan morir de miseria a tus hijos
inspirados, vengan a felicitarnos y a
estrecharnos la mano; antes de que se
abalancen avariciosamente sobre lo que
siempre se han negado a comprar por un
trozo de pan; antes de que se apoderen de
nuestra sombra y la expongan en sus
espectáculos de circo; antes de que
despedacen nuestra vida estúpida y
ferozmente, como hacen con los animales
para sorprender en ellos el alma.
66. ¿Cómo podríamos aún ahora
perseverar por nosotros mismos en la
terminación de una obra tal, en medio del
desierto de estos tiempos de impiedad y de
muerte? ¿Acaso esto no hará reflexionar a
los creyentes? ¿No les llevará a examinar
con los ojos del corazón las palabras
inscritas en el Libro? ¿No les incitará a
aumentar la parte de su Señor generoso y
compasivo?
66'. Antes de que nos persigan para
obtener lo que ellos mismos jamás han
querido dar a cualquiera, antes de que nos
cubran de inmundicias para tranquilizar su
bajeza y su cobardía. Húndelos en su
maldad y en su estupidez, Señor, y
acuérdate de los que nos han ayudado y
han creído en tu palabra santa, para que
reciban tu vida magnífica y sin mezcla,
prometida a los corazones fieles y
generosos.
67. Los judíos creyentes son los más
sumisos a Dios y serán restablecidos los
primeros con consuelo y honor por el
Señor.
67'. El colmo de la inteligencia es ser
idiota ante Dios, así como el colmo de la
idiotez es creerse inteligente ante él.
68. Los judíos incrédulos son los más
rebeldes contra Dios y serán echados y
exterminados los primeros de sobre la
tierra de los vivos. Hay aquí una distinción
que los creyentes deben tener muy
presente a fin de no rechazar ni coaccionar
a sus hermanos en la fe en Dios.
68'. Observemos cuán agitada, inquieta y
desgraciada es la vida de los impíos, y
cómo su rebelión los precipita en la
dispersión ciega y en la locura destructiva.
69. ¿Quién puede no sentirse apaciguado y
consolado después de leer el Libro? Y
¿quién puede no sentirse iluminado y
conducido por poco que lo haya
meditado?
69'. Rápido, rápido, un poco más de
tiempo para leerlo. Un poco más de
tiempo para comprenderlo. Un poco más
de tiempo para emprenderlo. Un poco más
de tiempo para terminarlo. Pero, entonces,
toda la eternidad para gozar de él.
70. No somos legista ni juez para
mascaros leyes y hacéroslas respetar, y no
somos político ni técnico para gobernaros
y organizaros en este mundo.
70'. Observad que sólo cosechamos
problemas por este Libro y que nuestra
voluntad no tiene nada que ver en ello.
Sin duda, nos sería más agradable tomar
un poco de aliento y reposar en el mundo.
71. Sólo estamos encargado de recordaros
la resurrección anunciada por los profetas,
así como el juicio de Dios, en que seréis
triados, ya sea para la alegría, ya sea para
el dolor.
71'. Pero el juicio de Dios apremia ahora y
su proclamación no espera, pues el
tribunal del justo se impacienta. ¿Acaso no
lo comprendemos por los signos de
descomposición general de las naciones?
72. ¿Qué han ganado los mediocres que
han condenado la obra que no
comprendían? Una banalidad aún más
irremediable y su propia condena por
aquél que ha inspirado esta obra.
72'. Así como el rocío cambia la tierra
muerta en praderas llenas de flores
olorosas, la gracia celeste hace reflorecer
nuestros corazones desecados y quemados.
73. Imbéciles y rebeldes, id al polvo, a la
desgracia y a la soledad de la muerte,
reservados para los estúpidos adoradores
del mundo entenebrecido, o bien,
someteos al Señor cuando aún estáis a
tiempo, y no juzguéis lo que os supera y
no os opongáis al soplo del Espíritu que
no conocéis.
73'. Dios puede transformar las piedras
muertas en cosecha de vida, pero las
escoge según un juicio secreto que
permanece incomprensible para nosotros.
Tal vez comprendamos cuando el velo
sea retirado.
¡Desgraciadamente, será demasiado
tarde para convertirse!
Más vale interrogar al Señor y luego
escuchar su respuesta en nuestros
corazones y doblegarnos a su ley sin
juzgar.
74. Tal vez sea cierto que el Libro es inútil
para este pueblo degenerado de la vía de
Dios: sus inteligentes y sus bienpensantes
lo rechazan, ya que su embrutecimiento en
el mundo se parece a la muerte. Lo
pondremos, pues, en manos de Dios, de
donde ha venido, para que los ángeles
sean los primeros en alegrarse.
74'. Ten piedad de los supervivientes de tu
pueblo y agrúpalos en tu santa luz de vida,
para que abrasen la montaña de muertos
que les rodean y oprimen miserablemente.
Permite que tus santos atraigan tu
bendición sobre estas osamentas inertes,
para que vivan de nuevo ante ti en el
arrepentimiento, en la obediencia y en la
alegría del amor reencontrado.
75. ¡Oh, Señor de previsión!, ¿nos habrás
dado la simiente demasiado tarde, cuando
el corazón de estos hombres estaba ya
endurecido como la piedra muerta? Sin
embargo, basta con tu bendición para que
incluso la muerte reflorezca
magníficamente.
75'. ¡Oh, Señor!, si tu quieres, tu talento
será enterrado o bien iluminará de nuevo
el mundo y nuestros cantos de
agradecimiento volverán a enviar tu
NOMBRE hasta las estrellas.

75". Si no, la dispersión, la desgracia y la
muerte se abatirán sobre este pueblo impío
y tibio.
Y un pequeño resto será salvado y
germinará de nuevo en la simplicidad y en
el amor del Único.


En verdad te lo digo, si un hombre no
nace de agua y de espíritu, no puede
entrar en el reino de Dios.
JESÚS

¡Ay de vosotros, doctores de la ley!,
porque habiendo tomado la llave de la
Ciencia, no habéis entrado vosotros
mismos, y a los que querían entrar se lo
habéis impedido.
JESÚS

*

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